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La clave del Content Delivery Network durante el COVID-19

Un segmento que experimentó un crecimiento acelerado y que está reconfigurando varias lógicas de mercado.

En la actualidad, el uso de Internet está tan naturalizado que se da por sentado su funcionamiento básico y lo que esta increíble y compleja red debería ofrecer a cambio. A simple vista es muy sencillo, abres una pestaña en tu buscador predilecto, entrás una palabra o frase en la barra de búsqueda y esperás que se desplieguen rápidamente distintos sitios web con información, fotos, videos y noticias.

La realidad es que detrás de este comando se pone en marcha una impresionante ingeniería de datos, señales y respuestas que día a día se reformula y masteriza para ofrecer una experiencia más eficaz para todos los usuarios alrededor del globo.

¿Qué es un CDN y para qué sirve?

Content Delivery Network es una red de servidores instalados en distintos puntos geográficos, diseñada para cubrir la oferta de contenido web en una extensa y determinada porción geográfica.

En un contexto global como el actual, signado por el Coronavirus, la utilización de Internet aumentó drásticamente debido a la gran cantidad de actividades que tuvieron que adaptarse a las lógicas de trabajo remotas, usando a las redes cibernéticas como único soporte disponible. 

Las aplicaciones de meetings virtuales, los classrooms, el uso de plataformas de streaming on demand, los juegos y las redes sociales suponen un enorme incremento en el tráfico de datos web, por lo que en este momento las CDN cobran una fuerte relevancia.

¿Cómo funcionan las Content Delivery Networks?

Se podría pensar a la CDN (también conocida como “red de distribución”) como una intermediaria entre el servidor madre y el lugar desde el cual se subió la solicitud. Si buscás algo en internet desde Perú y terminás haciendo click en una página norteamericana, la información “viaja” desde un lugar al otro. Allí es donde entran las CDNs que, emplazadas en distintos puntos neurálgicos, cumplen la misión de agilizar todo el proceso. 

En otras palabras, son como puntos de apoyo entre una búsqueda formulada en la web y el origen desde el que proviene la información ofrecida a través de determinada página. Esto ayuda a reducir el consumo de ancho de banda de los sitios online y contribuye a “descentralizar” la corriente de datos, ofreciendo una experiencia de uso más rápida y simple.

Como su nombre lo indica, una Content Delivery Network se encarga de entregar diversos contenidos en red, es decir, todos los elementos que construyen lo que ves en un sitio web: texto, imágenes, videos, hipervínculos, audios, animaciones y más.

Estos contenidos se clasifican en dos grandes grupos: los estáticos y los dinámicos. Se le llama estático al contenido que es igual tanto en su formato de entrada, el “input”, como en su formato de salida, “output”. Es la misma información la que sale del servicio madre y la que llega a la computadora del usuario que realiza la búsqueda.

Por otro lado, los contenidos dinámicos son aquellos que cambian en relación al “input”: se personalizan de acuerdo al perfil del usuario. Por ejemplo, las redes sociales proveen contenidos dinámicos, porque pueden mostrar las interacciones entre los perfiles, o porque cambian la información mostrada dependiendo la navegación por la página de cada persona.

Si observas una página web, por más sencilla que se presente, contiene muchísimos contenidos estáticos o dinámicos. Sin una CDN de por medio, tendría sentido que los sitios que mejor funcionen sean aquellos cuyos servidores están cerca de ti, y que los que están más alejados tarden mucho tiempo en cargar o lo hagan con errores.

Con las CDNs entrando en la ecuación, se reducen problemas como los de los navegadores colapsados y vulnerables a ataques, la lentitud, los cortes y las interrupciones en las cargas de las páginas; dificultades bastante comunes en aquellos tiempos -no tan lejanos- en los que para utilizar internet, habia que “cortar” el teléfono de línea.

Un servicio que crece exponencialmente

La Covid-19 terminó por acelerar algunos procesos que ya venían gestándose, vinculados al uso de internet en todos los aspectos de la vida. Está claro que cuando logre controlarse la situación a través del desarrollo de vacunas, muchas actividades continuarán realizándose de forma remota o al menos, utilizando con mayor frecuencia las posibilidades que la web ofrece.

El home office y ecommerce, trabajo remoto y compras a través de Internet, se perfilan como prácticas que llegaron para quedarse y que van a continuar transformando el panorama laboral, industrial y comercial en un futuro muy próximo. Su efectividad y agilidad comprueban cuánto puede gestionarse a través de internet, dejando para el momento “cara a cara” lo que no podría resolverse de otra forma. 

Lo mismo sucede con las compañías que producen y ofrecen entretenimiento, como los sitios de series y películas on demand, los juegos online, y todo lo que tiene que ver con el campo de la publicidad, que atraviesa a estas múltiples áreas por igual. Aunque ya vienen bastante consolidadas en el mercado, estas compañías vieron un crecimiento fantástico durante el 2020.

El ámbito de los entretenimientos y la información representa un 30% de la demanda total de las Content Delivery Networks, siendo Estados Unidos el país que mayor porcentaje del mercado domina con un 39% en producción y utilización.

Los análisis de mercado indican que las industrias relacionadas a las CDNs crecerán entre el 2020 y el 2025 un 13,5%, teniendo en cuenta que este segmento fue valuado en 11.85 mil millones de dólares durante el 2019. 

Esto se debe en parte, a la creciente y continuada utilización de internet en ámbitos cada vez más extensos, así como a la efectividad que presentan las redes de distribución para el manejo de data y la reducción de latencia. 

Dentro del campo de las CDNs existen compañías que se especializan en brindar determinado servicio. Esto segmenta al mercado en empresas de transferencia de datos, optimización, monitoreo y análisis, seguridad de la información y almacenamiento en la nube. 

Algunas de las empresas clave en este sector son las potentes Amazon y Google, así como Akamai, KKC, Verizon, Limelight, Edgemesh, StackPath, CDNetwroks, entre otras. El impacto que tienen las CDNs en la agilización de procesos beneficia a distintos tipos de rubros, desde los medios de comunicación, la publicidad y el entretenimiento, hasta la atención médica, los servicios financieros y la educación.

Sin dudas, la inversión en el desarrollo y utilización de las redes de distribución seguirá creciendo en los próximos años, estimulada por los potentes cambios que el distanciamiento social produjo en el sector productivo, empresarial, laboral y social.

La conectividad de un país depende de un cable de cuatro centímetros de diámetro

En plena era de tecnologización y transformación digital, nos sumergimos bajo el mar para explicarte cómo funciona la conectividad en la Argentina y por qué puede fallar.

Es desesperante cuando de un momento a otro nuestros dispositivos se desconectan y nos demuestran que el puente virtual que nos une se puede romper en un segundo: reuniones y clases virtuales, películas o transacciones bancarias, todo parece depender de la magia etérea de la conexión. 

Sin embargo, la realidad es un tanto más rústica de lo que parece. El 97% de las conexiones del mundo está provista por medio de cables que miden cuatro centímetros de diámetro cada uno y que transportan, bajo mar y tierra, el poder de la conectividad, es decir, Internet.

Aquello etéreo y super futurista que nos hace pensar en que todo está en una nube, pende de ese cableado que, visto de lejos es complejo, aunque visto de cerca, no aparenta tener el poder que realmente tiene.

Estos son los cables que proveen Internet al mundo entero. (https://www.submarinecablemap.com/)

¿Hacia dónde van estos cables? ¿Dónde está el enchufe? En el mundo entero existen servidores físicos que proveen el espacio en la nube. Así es, la nube es más terrenal de lo que creíamos.

Las Toninas, capital nacional de Internet

Un manojo de cinco cables llegan a la Argentina para proveer al país de Internet por fibra óptica. Estas maromas fueron identificadas como: Atlantis-2, Bicentenario, Malbec, South America-1 (SAm-1), South America Crossing (SAC), Tannat y Unisur. 

Todos entran por una unidad colocada bajo el mar, y se extienden hacia las playas de la ciudad balnearia Las Toninas, el lugar elegido a mediados de los noventa por distintas empresas de telecomunicaciones, otorgando al país el acceso al mundo online.

La elección de esta ciudad no fue azarosa, sino que fue indicada como la mejor locación por su suelo arenoso que libra a los cables del contacto con cualquier resto marino o, incluso, con algún accidente que puede provocar el tráfico de las embarcaciones: Aguas tranquilas, conexiones seguras.

Sin embargo, el detalle de la elección del lugar es lo que hace al peculiar hecho de que las conexiones estén expuestas a diferentes contratiempos: el golpe de un ancla de un barco o la falta de mantenimiento podrían hacer tambalear el servicio de toda una nación. De hecho, es sabido que, aunque Las Toninas es la capital nacional de Internet, experimentan más fallas que en el resto del país.

El misterio como método de seguridad

Para que ese bunker que recibe los cables que llegan del resto del mundo con los filamentos de fibra óptica que permiten la conexión sea seguro se implementaron diferentes medidas.

La más llamativa es el misterio alrededor de la ubicación real de la base que recibe el cableado. Desde CenturyLink, la compañía que administra el servicio desde un cuarto de 4000 metros cuadrados, afirman que este es el método por el cual protegen la base de un posible saboteo que deje al país sin Internet. Aún así, otro anillo que rodea todo Latinoamérica también daría servicio en Argentina.

Sin embargo, esta no es la única opción. Una fuerte inversión en infraestructura no sólo generó las condiciones necesarias para que el cable submarino permanezca seguro, con una coraza de cemento que lo protege de los accidentes. 

Además, el cable es monitoreado constantemente porque hasta una mordida de un bicho del mar podría arruinar los planes de varias personas sobre la tierra. Cuando el cable llega a CenturyLink, éste otorga el resguardo al proveedor que entregará el servicio al usuario final. 

Es decir, son tantos los pasos por los cuales nuestra conexión está expuesta a diferentes interrupciones. Bastará visualizar nuevamente el mapa global para notar, además, cuántos cables llegan a esta parte del mundo en relación a las conexiones que unen -sólo por dar un ejemplo- Estados Unidos con Europa.

Pero esto no es todo, también el cable conductor está compuesto por diferentes capas diseñadas con los materiales que aíslan y protegen la fibra óptica, propiamente dicha. 

Aquí estaría bueno mostrar la imagen que tiene el sitio de TN o la de La Nación, con las partes, poniendo en el epígrafe: Imagen de TN.com.ar ó La Nación, según cuál elijas. La mejor opción sería tener una hecha para tu blog.

Las capas del cable: 1) Polietileno. 2) Tereftalato de polietileno. 3) Acero trenzado. 4) Aluminio. 5) Policarbonato. 6) Tubo de cobre o aluminio. 7) Vaselina. 8) Fibras ópticas (Wikipedia.com)

Finalmente, tres ingenieros escoltan la “buena conectividad” del país, más el personal de seguridad que cuida las instalaciones. Parece increíble que la magia de Internet esté resguardada en un misterioso sitio dentro de las aguas tranquilas del balneario Las Toninas.

Parece irreal que, cada vez que hablamos de transformación digital, tengamos que necesariamente hacer referencia a que dependemos de un cable. 

Por esta razón siempre es conveniente recordar que somos parte de un mundo en constante evolución. No todos evolucionan de la misma manera y en el mismo ritmo, pero sí todos estamos expuestos al mismo accidente si un día ese cable se desenchufa. 

El mejor consejo amigo: Nunca te olvides de tener un backup físico de tus archivos más importantes.

ManifestoZone es ahora Hostium

Ha pasado un buen tiempo desde que te uniste a nuestra familia de Manifesto Zone y desde entonces siempre hemos estado atentos para ofrecerte el mejor servicio y las más óptimas soluciones en la nube. Hoy tenemos algo especial para contarte.

Como amantes del cloud hosting y fanáticos de la innovación tecnológica, estuvimos trabajando en un cambio que responde a tus necesidades y lo que consideramos que hacen a un servicio realmente premium.

Por esa razón, sumamos un plus energético a nuestra experiencia y trayectoria para dar nacimiento a una nueva etapa de la mano de Hostium, el servicio con el cual te ofrecemos tranquilidad en la nube. 

A partir de hoy, tu hosting va más allá de la zona de confort y se convierte en todo lo que querías y mucho más. Cambia el nombre porque evolucionamos y queremos que crezcas junto a nosotros.

El servicio que contrataste seguirá igual, aunque podrás ver que tienes más opciones para enriquecer tu experiencia. ¡No dudes en consultarnos!

Tu tranquilidad en la nube es nuestra ocupación 24x7x365 días del año, dando un gran servicio y mejorándolo cada día. Para lo cual hemos dispuesto nuevos correos de comunicación con Hostium:

Ventas: comercial@hostium.com

Finanzas: finanzas@hostium.com

Soporte Técnico: soporte@hostium.com

Hoy cerramos una etapa que transitamos juntos y que dejamos ir porque entendimos que es el momento de evolucionar. Ahora sí, te damos la bienvenida a Hostium, el servicio con el que te brindamos tranquilidad en la nube.

Gracias por confiar en nosotros,

Rodrigo Arija
CEO Manifesto Solutions